“Cuando yo digo que el mundo es malo, no digo siempre la verdad.
Yo estoy en un hospital y tengo muchas horas de soledad, pero
también horas de alivio porque viene a visitarme gente buena, voluntarios,
hombres y mujeres que mejoran mi tiempo con su charla y con su amor; porque ese
tiempo que me regalan sólo se puede pagar con amor, no hay dinero que compense
ese tiempo que me dan, sólo el amor, el que ellos me dan y el que les doy yo.
Yo le pido a Dios que los bendiga porque se merecen eso y mucho
más, por eso el amor que yo les devuelvo es poco para lo que me regalan.
Que Dios les colme de bienes y yo de amor, benditos seáis mil
veces queridos míos por que sólo con mi amor os puedo pagar el bien que me
hacéis.
Os quiero con toda mi alma y mi corazón, y mientras yo viva
rezaré todas las noches sin faltar una, porque todo en la vida os vaya bien y
ese lazo verde de vuestro brazo no os falte nunca.
Os amo. Marina “