Carta a un voluntario

Permitidme que reproduzca el texto de una emotiva carta de una paciente dirigida al personal que hemos desarrollado nuestra labor de voluntariado en los hospitales. Somos nosotros quienes debemos dar las gracias por este regalo tan bonito.

“Cuando yo digo que el mundo es malo, no digo siempre la verdad.

Yo estoy en un hospital y tengo muchas horas de soledad, pero también horas de alivio porque viene a visitarme gente ​​buena, voluntarios, hombres y mujeres que mejoran mi tiempo con su charla y con su amor; porque ese tiempo que me regalan sólo se puede pagar con amor, no hay dinero que compense ese tiempo que me dan, sólo el amor, el que ellos me dan y el que les doy yo.

Yo le pido a Dios que los bendiga porque se merecen eso y mucho más, por eso el amor que yo les devuelvo es poco para lo que me regalan.

Que Dios les colme de bienes y yo de amor, benditos seáis mil veces queridos míos por que sólo con mi amor os puedo pagar el bien que me hacéis.

Os quiero con toda mi alma y mi corazón, y mientras yo viva rezaré todas las noches sin faltar una, porque todo en la vida os vaya bien y ese lazo verde de vuestro brazo no os falte nunca.

Os amo.  Marina “